miércoles, 16 de enero de 2013

MARAVILLAS DEL MUNDO MODERNO

En 2007, Bernard Weber, aviador y cineasta suizo, también fundador de la empresa llamada New Open World Corporation, convocó a un concurso para nombrar a las Siete Maravillas del Mundo Moderno, basándose en las del Mundo Antiguo pues quería reemplazar la lista de monumentos que dieron a conocer los historiadores y poetas griegos unos 200 años antes de Cristo. Monumentos que, a excepción de las pirámides de Guiza, fueron destruídos en su mayoría por cataclismos. En esta nueva selección se admitieron estructuras creadas desde que la humanidad existe hasta el año 2000, con la condición de que en la actualidad siguieran en pie. Los nombres de las ganadoras se dieron a conocer el 7 de julio de 2007.
Aquí encontrarás la información básica de las siete ganadoras y las mejores maneras y épocas del año para conocerlas.
A continuacion espectaculares fotografías, no sólo las que fueron proclamadas siete maravillas del mundo moderno sino también las que quedaron finalistas en el concurso internacional.
Use las teclas derecha e izquierda para navegar por las fotos en la página.


La Pirámide de Keops fue nombrada Maravilla Honorífica por ser la única que aún perdura de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo 


El Templo de Kukulcán en la zona de Chichén Itzá, en el estado mexicano de Yucatán. Vestigio de la civilización maya y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1988 

Chichén Itzá, México ( Maravilla Moderna)

Este sitio arqueológico maya se encuentra en el norte de la península de Yucatán, cerca de la ciudad de Valladolid (ideal para hospedarse cuando se visita Chichén Itzá).

Es uno de los sitios más tardíos de la antigua civilización maya. Los edificios más conocidos son: el Templo Kukulcán, sus escaleras tienen dos cabezas de serpiente, que durante cada equinoccio parecen moverse cuando el sol proyecta sus rayos sobre el edificio, formando  triángulos de sombra que simulan al reptil bajando del templo a la tierra; el Templo de los Guerreros, integrado por el templo de Chac Mol y por una serie de pilastras grabadas con representaciones de sacerdotes y guerreros; el Observatorio, el Templo de las Mil Columnas, el Txompantlí, el Akab Dzib, y el Templo de los Jaguares.

El mejor día próximo para visitarse es en el solsticio de verano: 20, 21 y 22 de junio durante el amanecer, este espectacular fenómeno provoca que la luz ilumine sólo las caras norte y este de la pirámide. Precio por persona: 51 pesos, lo que equivale a cuatro dólares.


El Coliseo de Roma, construido en el siglo I, es un gran anfiteatro de la época del Imperio romano y uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica 

El Coliseo de Roma, Italia (Maravilla Moderna)

Este famoso anfiteatro de Roma se construyó para albergar juegos de gladiadores, batallas navales y luchas con animales. En el recinto cabían hasta 50 mil espectadores que podían participar en las sangrientas diversiones con las que los emperadores cortejaban al pueblo.

El inicio de la construcción del Coliseo empezó bajo el emperador Vespasiano en el año 71 d.C. en un espacio que había quedado liberado tras el incendio de un anfiteatro anterior levantado casi cien años antes. Se terminó en el año 80, los festejos duraron 100 días. Horarios en verano: de 9 de la mañana a 7 de la noche.

La parada de metro más cercana es la llamada Colosseo de la línea azul. Para comprar el boleto en línea ingresa a tickitaly.com/tickets/colosseumtickets.php, al adquirir la entrada por este medio, el boleto también tendrá validez para el Palatine Hill y al Foro Romano. Precio por persona: 15.50 euros.


La estatua del Cristo Redentor, de 38 metros de altura, fue inaugurada en Río de Janeiro el 12 de octubre de 1931 después de aproximadamente cinco años de obras 

El Cristo Redentor, Brasil (Maravilla Moderna)

Antes de 1921, el mirador en el cerro de Corcovado ya era un importante atractivo turístico en Río de Janeiro. En 1921, año en que se celebraba el Centenario de la Independencia de Brasil se mandó a hacer el Cristo de Corcovado con el escultor francés Paul Landowski, quien lo inauguró el 12 de octubre de 1931.

La estatua mide 38 metros y fue colocada en el mirador antes mencionado que se encuentra a 709 metros sobre el nivel del mar en el Parque Nacional de Tijuca. Es considerada la estatua art decó más grande del mundo.

Para llegar hasta ahí se debe tomar el Trem do Corcovado (Tren al Corcovado) que sale desde la estación ubicada en Rua Cosme Velho. En la entrada encontrarán a muchos taxistas que ofrecerán llevarlos a la cima, pero lo mejor es hacerlo en tren.

El mejor lugar para observar el paisaje es en el último vagón junto a la ventana. Precio por persona: 25 reales, que equivalen a 13 dólares. (corcovado.com.br)


La Gran Muralla China, construida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI para impedir las invasiones de las tribus mongolas, mide aproximadamente 6.400 kilómetros 

Muralla china, China (Maravilla Moderna)

El emperador Qin Shi Huang, en el año 221 a.C. unió a los reinos combatientes en un solo imperio.

Con el fin de defender a su recién creado imperio de los nómadas maleantes, restauró las murallas antiguas, quedando una sola que medía casi 5 mil kilómetros de largo.

Para su construcción, el emperador movilizó a un ejército de 300 mil hombres. Una nueva dinastía, la Ming, continuó el proyecto casi 1500 años más tarde, terminándolo en 1644.

La muralla mide alrededor de 8 mil kilómetros. La sección Gubeiku es un excelente lugar para iniciar el recorrido, el viaje desde allí hasta Jinshaling toma entre cinco y seis horas, ahí encontrarás hermosos miradores poblados de vegetación.

En Jinshaling, el muro zigzaguea por el terreno y sube a la cima de las colinas, en donde se tienen impresionantes vistas. No hay una época ideal para visitarla, todos los escenarios valen la pena: la nieve en invierno, las flores en verano y el paisaje marrón-anaranjado en el otoño. (greatwall-of-china.com)
 


Machu Picchu, un antiguo poblado andino inca de piedra construido a mediados del siglo XV en la vertiente oriental de los Andes Centrales, al sur de Perú 

Machu Picchu, Peru (Maravilla Moderna)

Debido a los diferentes estilos de construcción y a las piezas encontradas, los arqueólogos han concluido que Machu Picchu fue ocupado en distintos periodos.

Esta ciudadela fue construida por el Inca Pachacútec, quien gobernó de 1438 a 1471. Se cree que la construcción data del siglo XV. Según los expertos, en esta zona se ganó la batalla que le dio la victoria al imperio inca sobre los chancas.

La mejor época para ir a Machu Picchu es de junio a septiembre, pues hay poca probabilidad de lluvia. Sólo se permiten 2500 visitantes por día, por lo que es recomendable llegar muy temprano al sitio arqueológico.

El acceso al tren también tiene un cupo limitado, lo mejor es comprar tus boletos en línea en: machupicchu-tour.com. Precio por persona: 128 nuevos soles, lo que equivale a 48 dólares. (peru.info)


Petra, un enclave arqueológico en Jordania. Su nombre proviene del griego y significa 'piedra', pues es una ciudad excavada y esculpida en la piedra 

Petra, Jordania (Maravilla Moderna)

Es la capital del antiguo reino nabateo. Su nombre, que en griego significa piedra, es totalmente atinado a esta ciudad, pues no es que esté hecha de piedra si no que está esculpida en la propia piedra.

Fue fundada en el siglo VII a.C. por edomitas, y fue ocupada en el siglo VI a.C. por los nabateos. En el siglo VIII, el cambio de las rutas comerciales y los terremotos hicieron que Petra fuera abandonada. Fue hasta el año 1812 cuando el explorador suizo Johann Ludwig Buckhardt, descubriera el lugar para el mundo occidental.

Lo más popular en Petra es el Tesoro, pero casi nadie sabe que hay un camino que sale desde las Tumbas Reales, que
después de subir media hora de escalones tiene una magnífica vista hacia esta construcción.

La mayoría de la gente termina su recorrido en el Monasterio, pero aún se puede seguir subiendo, lo cual es muy recomendable: la vista que se observa desde el valle de Araba es impresionante. Precio por persona: 20 dólares. (petrapark.com)


El Taj Mahal fue construido entre 1631 y 1654 en la ciudad india de Agra por el emperador Shah Jahan de la dinastía mogol en honor a su esposa Arjumand Bano Begum 

Taj Mahal, India  (Maravilla Moderna)

Era el año 1631 cuando la esposa preferida del rey Shah Jhan, llamada Arjumad Mumtaz Mahai, moría tras no resistir el parto de su decimocuarta hija. En su lecho de muerte, la reina le pidió a Shah Jahan que le construyera un monumento único en el mundo.

El rey contrató a 20 mil obreros que tardaron 23 años en hacerlo. En 1654 estuvo listo en la ciudad de Agra. En junio, la mejor fecha para ir es el día 3 por la noche, ya que habrá luna llena, y los conocedores dicen que no hay mejor vista que la de la luna alumbrando al monumento.

En julio se repetirá el paisaje también el día 3. Las visitas por las noches son de las 20:30 a las 00:30 horas. Ya sea de día o de noche, se recomienda llegar temprano porque no se permiten más de 400 personas dentro del recinto.

Los viernes no abre. Para contratar a un guía aprobado por el Ministerio de Turismo de Uttar Pradesh (el estado donde se encuentra Agra) llama al Tel (562) 2482-524. Precio por persona: 750 rupias, lo que equivale a 14 dólares. (tajmahal.gov.in)


El Partenón de la Acrópolis de Atenas, en Grecia, que quedó finalista en la votación. Una espectacular obra del siglo V a.C. construida por los antiguos artistas griegos. (Finalista )


La Alhambra de Granada, uno de los mayores exponentes del arte islámico, no logró quedar entre las ganadoras, pero sigue maravillándonos con su impresionante belleza. (Finalista )


El Templo de Angkor en Camboya, dedicado al dios indú Vishnu, era en la antiguedad una importante ciudad del Imperio Jemer y fue construído en el siglo XII . (Finalista )


El castillo de Neuschwanstein en Baviera, uno de los lugares más visitados de Alemania, fue otro de los finalistas por su popularidad y riqueza cultural e histórica . (Finalista )


La Estatua de la Libertad, al sur de la isla de Manhattan, fue un regalo de los franceses a los estadounidenses en 1886 y se inauguró el 28 de octubre de 1886. (Finalista )


El Templo de Kiyomizu-dera, en la ciudad japonesa de Kyoto, quedó finalista en la votación y fue declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994. (Finalista )


Las estatuas de piedra de la Isla de Pascua, conocidas como “Moais”, fueron esculpidas entre los siglos X y XVI. Su significado todavía se desconoce. (Finalista )


La Ópera de Sídney es uno de los edificios más famosos y distintivos del siglo XX. Declarado en 2007 Patrimonio de la Humanidad, fue inaugurado el 20 de octubre de 1973. (Finalista )


La Catedral de San Basilio, un templo ortodoxo localizado en la Plaza Roja de Moscú, es famosa mundialmente por sus características cúpulas. (Finalista )


La iglesia de Santa Sofía, en Estambul, es una de las obras más sublimes del arte bizantino. Fue construida del 532 al 537, durante el mandato de Justiniano I . (Finalista )


El monumento de Stonehenge, en Gran Bretaña, fue construído entre el 3000 y el 1600 a.C. Se desconoce su finalidad, pudiendo ser ésta religiosa, funeraria o astronómica . (Finalista )


La ciudad sagrada de Tombuctú, en la Republica de Malí, data aproximadamente del siglo XIV y fue declarada en 1988 Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. (Finalista )


La Torre Eiffel, diseñada por el francés Gustave Eiffel con ocasión de la Exposición Universal de París de 1889. En su momento fue el monumento más alto del mundo. (Finalista )
Fuente: www.hola.com
            www.ngenespanol.com

LAS SIETE MARAVILLAS DEL MUNDO ANTIGUO


PIRÁMIDE PEQUEÑA


1.LAS PIRÁMIDES DE GIZEH EN EGIPTO


La más antigua de las maravillas, y, curiosamente, la única que ha llegado hasta nosotros, es el monumental conjunto de las pirámides de Gizeh, en Egipto. Todos hemos oído hablar de ellas y conocemos su aspecto, así como sabemos que eran las tumbas de los faraones. Pero acerquémonos más, y averigüemos algunos detalles interesantes.

Los egipcios iniciaron la construcción de pirámides hace muchísimo tiempo, a lo largo de su Antiguo Imperio: ¡Las más antiguas tienen cerca de CINCO MIL años! En efecto, la más antigua que se conoce es la pirámide escalonada de Sakkara, tumba del faraón Djoser, que data del 2750 a. de C. El arquitecto inventor de la pirámide fué el gran Visir, y famoso sabio, Inhotep. Después de este primer ejemplo, los egipcios continuaron construyendo pirámides hasta bien entrado el Imperio Medio, en que se pasó a emplear el sepulcro subterráneo en vez de las pirámides. Sin embargo, del Antiguo Imperio nos han quedado nada menos que ochenta de éstas, repartidas por el Bajo Egipto.
PIRÁMIDES IMAG. GRANDE
Imaginemos ahora que estamos presentes en el séquito funerario del faraón Khufu. Una ligera embarcación nos transporta por el Nilo desde la antigua capital, Menfis, hasta la necrópolis de sus afueras, en la vasta llanura de Gizeh. Allí abundan las construcciones funerarias, pues es el cementerio donde van a parar todos los habitantes de la capital, nobles o villanos. Nuestra embarcación se detiene: en la orilla nos espera una comitiva de sacerdotes. Detrás, espera el templo construído especialmente para nuestro faraón, donde se le rendirá culto igual que a un dios (¿acaso no es de naturaleza divina?). Aquí es donde el cuerpo del faraón es preparado convenientemente e introducido en el sarcófago. Después, una comitiva trasporta a éste a lo largo de una vía funeraria hacia su sepultura.

Ya vemos las pirámides. Su impresionante mole destaca sobre el horizonte de la llanura, dejándonos boquiabiertos. ¡Todo eso es piedra! Bloques de granito descomunalmente pesados, de un metro de altura, forman las filas tan apretadamente que no es posible introducir ni un cuchillo entre ellos. Las filas de piedras están pintadas, formando franjas de diferentes colores; la punta es de color dorado. Todas las pirámides, absolutamente todas, tienen la misma alineación: están orientadas al norte con total exactitud. Los lados de la pirámide tienen una inclinación impresionante, de 51 grados, que cuando nos acercamos más nos produce la sensación de que la pirámide "se nos cae" encima. En los alrededores, se encuentran las pirámides menores y las (edificaciones rectangulares de paredes inclinadas) para los altos funcionarios.

Estamos ante la pirámide. Sus dimensiones son impresionantes: 146.59 m de altura, 230 m de ancho. Tras subir un poco por su parte lateral, penetramos en su interior. A la fluctuante luz de las antorchas vamos descubriendo las paredes, perfectamente lisas, como corresponde a la sepultura de una encarnación del dios Ra. Tras depositar el sarcófago en la cámara sepulcral, el corredor será cegado y disimulado, para evitar robos. La pirámide contiene asimismo una falsa cámara sepulcral.

A pesar de todas estas precauciones, son pocas las tumbas egipcias que permanecerán intactas hasta la llegada de los arqueólogos. Los ladrones de tumbas irán saqueando con el paso del tiempo la mayoría de las pirámides y sepulcros. Cuando el arqueólogo Flinders Petrie entre en las tumbas reales de Abydos, unas de las más antiguas de Egipto, sólo podrá encontrar un brazo de la momia de una reina. De las tres grandes pirámides, sólo la más pequeña, la de Micerino, permanecerá intacta.

Una controversia famosa relacionada con las pirámides es la relación entre el doble de la longitud de su lado y su altura: el número "pi". ¿Porqué tomarían tantas molestias los antiguos egipcios para conseguir que sus construcciones mantuvieran una relación matemática tan precisa? Personalmente prefiero pensar que lo hicieron porque era la forma más segura de conseguir que la inclinación de las pirámides fuera uniforme, y de que éstas serían perfectamente regulares. En efecto, si pensamos que probablemente se servían de ruedas de madera para medir longitudes de forma fácil y exacta, veremos que con una de éstas ruedas, hecha de la misma altura que los bloques de piedra, se comprobaba la inclinación rápidamente: cada nueva hilera de piedras debía medir media vuelta menos. De esta forma sale, automáticamente, la relación de Pi entre el doble del lado y la altura de la pirámide. Suena lógico, ¿verdad? Pero ello no implica necesariamente que los antiguos egipcios conocieran el número Pi; después de todo, éste sale automáticamente debido a que se realizaron las medidas basándose en ruedas.
ESFINGE
Han pasado ya cerca de cinco mil años hasta nuestros días, y la humanidad todavía no ha realizado nada semejante. La más pequeña de las tres pirámides de Gizeh multiplica varias veces el peso de la mayor de las construcciones modernas; y es que los aparejadores de nuestros días se las verían y se las compondrían para enfrentarse con esos enormes bloques de piedra, difíciles de manejar hasta para las más potentes grúas. Cuando pensamos en que los antiguos egipcios carecían de máquinas, que movían las enormes piedras sólo con el esfuerzo físico de cuadrillas de docenas de trabajadores, nos parece un milagro. De hecho, ni siquiera los propios egipcios fueron capaces de superarlo: continuarían construyendo pirámides durante siglos y siglos, sin llegar a igualar el esplendor de las pirámides de Gizeh, que sorprendentemente, fueron de las primeras que se construyeron.

Como corolario, citaré dos testimonios célebres: el de Abd-ul-Latif, que dijo "Todas las cosas temen el tiempo, pero el tiempo tiene miedo a las pirámides"; y el de Napoleón, que comandó una expedición a Egipto cuando era Primer Cónsul, y pronunció las conocidas palabras "Desde lo alto de estas pirámides, veinte siglos nos contemplan".
Pero aún nos queda una visita que realizar en la llanura de Gizeh: la de la esfinge. Esta escultura, que representa a un león con rostro humano (se cree que representa al faraón Khafra; al menos, viste sobre la cabeza el típico klaft, manto que llevaban los faraones) es contemporánea de las pirámides, mide 70 metros de longitud y 20 de altura. Para construirla, aprovecharon un montículo de caliza en la llanura, que labraron y completaron con bloques de piedra. Cuando ya contaba con mil años de edad, el faraón Tuthmosis IV hizo esculpir entre sus patas una escena representando un sueño, en el cual la esfinge le daba el trono en recompensa por haberla salvado de morir sepultada bajo la arena del desierto. Otros mil y pico años más tarde, en la época romana, se excavó un santuario en el seno de la esfinge. Y cuando la esfinge ya superaba los cuatro mil años, estas modificaciones posteriores pasaron a ser destructivas en vez de constructivas: los iconoclastas primero, y los mamelucos después, mutilaron el monumento, dañando sus ojos y arrancándole su nariz. Vemos aquí un primer ejemplo, aunque desgraciadamente no el último, que demuestra que entre las capacidades del hombre se encuentra no sólo el construir maravillas, sino también el destruirlas. 

2. LOS JARDINES COLGANTES DE BABILONIA


JARDINES IMAG.PEQ. A COLOR

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Nos disponemos ahora a realizar un prodigioso salto hacia delante en el tiempo: nada menos que dos mil años deben transcurrir para que nuestro viaje nos lleve a la famosa Babilonia - llamada Babel en la Biblia - a orillas del Éufrates. A pesar de que el nombre de esta ciudad figura en los anales de la historia desde hace dos milenios, vemos que todas las construcciones son nuevas y recientes: y es que los asirios la destruyeron hasta los cimientos. Pero al fin los babilonios, con la ayuda de los medos y los escitas, vencieron por completo a los asirios, y la ciudad fué esplendorosamente reconstruída.
Estamos a mediados del siglo VI a. de C., y gobierna el rey Nabucodonosor II, el más famoso de todos los del mismo nombre. Además de un gran guerrero y conquistador, Nabucodonosor es también un gran arquitecto: la ciudad rebosa de construcciones monumentales. Sin embargo, algo se echa de menos en esta majestuosa ciudad: todo es demasiado llano, demasiado rectilíneo. Si subimos lo suficientemente alto, veremos toda la ciudad de un vistazo.
JARDINES IMAG.PEQ. B Y N
Esto entristece a Amytis, la esposa de Nabucodonosor. Ella es una princesa meda, y se crió en montes y colinas exuberantes de vegetación. Esta tristeza disgusta al rey. ¿Acaso no es el más famoso constructor de su tiempo? Enseguida ordena traer grandes piedras, pues los ladrillos utilizados normalmente no resisten bien la humedad. Así, edifica una serie de terrazas escalonadas en las cuales deposita la tierra necesaria y empieza a plantar árboles, flores, arbustos, etc. También construye una máquina semejante a una noria que transportará el agua desde un pozo hasta los jardines para regarlos. En poco tiempo, éstos rebosan de vegetación, y las copas de sus árboles se divisan incluso desde fuera de las dobles murallas de la ciudad. Nabucodonosor ha conseguido crear un aparente monte cubierto de exuberante vegetación.
Sobre los jardines colgantes existe también una leyenda, que sitúa la fecha de su construcción cinco siglos antes, a finales del s. XI a. de C. Según esta leyenda, es la reina Shammuramat, llamada Semíramis por los griegos, quien construye los jardines. Shammuramat gobierna el imperio asirio como regente de su hijo Adadnirari III, desde la muerte del rey Shamsidad V, y además de construir los jardines colgantes, conquista la India y Egipto. Termina sus días suicidándose a causa del dolor que le produce descubrir una conjura contra ella urdida por su hijo. Algo trágico... como era de esperar en una leyenda, sobre todo teniendo en cuenta que fueron los griegos quienes la recogieron.
JARDINES IMAG.GRANDE
En el año 539 a. de C. los persas conquistan Babilonia, y ello provoca su decadencia. La población va menguando y, para cuando Alejandro Magno visita la ciudad (sobre el 326 a. de C.) parte de ésta se encuentra en ruinas. La destrucción definitiva tiene lugar en el año 126-125 a. de C., fecha en la que el parto Evemero conquista la ciudad y la incendia. Desde entonces no quedan más que las ruinas a orillas del Éufrates. 

3.EL TEMPLO DE ARTEMISA EN

EFESO


TEMPLO GRANDE B Y N


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Nuestro viaje nos lleva ahora a tierras helenas, donde buscaremos la mayor parte de las maravillas que nos faltan por ver. La Grecia Clásica es el auténtico faro de la civilización de su tiempo, y no es de extrañar que sea allí donde los artistas florecen y realizan sus más excelsas obras.
Nos detenemos en la ciudad de Efeso, a orillas del mar Jónico y junto a la desembocadura del pequeño Meandro. Seguimos a mediados del siglo VI AC. Ésta ciudad ha sido desde siempre un centro de culto a la diosa Artemisa, llamada después Diana por los romanos. Se trata de la soberana de la naturaleza selvática y de los animales salvajes, y suele representársela acompañada por una cierva y armada de arco y flechas. Desde muy antiguo, existe un templo dedicado a la diosa. Pero en el siglo VII a. de C., la ciudad sufrió el ataque de los sumerios y aunque se resistió, no se pudo evitar que el templo se incendiara y fuera destruido.

TEMPLO PEQ.
Pero ahora casi toda la Jonia ha pasado a manos del rey de Lidia: Creso.
Sí, el mismo que ha inventado esos nuevos y extraños discos de metal llamados "creseidas" que se suponen que van a hacer las veces de moneda. Nadie sabe dónde pararán estos inventos modernos... pero Creso es un protector de sabios y artistas, el mismo Esopo ha pasado por su corte, y se propone levantar un nuevo templo a Artemisa, mejor que el anterior.

Para ello se lleva a cabo una suscripción pública; todos los ciudadanos donarán algo de dinero para el templo nuevo.

Finalmente el templo se levanta. Cuenta con 127 impresionantes columnas de 20 metros de altura, algo descomunal para su época, y cuenta con esculturas de Escopas.

Este templo ilumina la ciudad de Efeso durante dos siglos. Sin embargo, llega la tragedia: en el año 356 a. de C., el pastor Eróstrato destruye el templo incendiándolo, por puro afán de fama. Sin duda consiguió lo que buscaba, como lo prueba el que recordemos su nombre. Pero tal vez consiguió algo más que eso: demostrar a todos los hombres que por cada Escopas hay un Eróstrato, y que las maravillas construidas por el hombre deben ser protegidas del propio hombre.

TEMPLO GRANDE

Esta historia tiene un epílogo: cuando alrededor de veinte años después, Alejandro Magno ocupó la ciudad de Efeso y residió en ella por un tiempo, escuchó la historia del templo de Artemisa y descubrió que había sido destruído la misma noche en que había nacido él. Al parecer fué esta coincidencia la que le impulsó a reconstruir el templo, durante el tiempo que permaneció en Efeso instaurando un gobierno democrático. Una vez terminado, el nuevo templo (que hace el número tres en nuestra cuenta) contó con un retrato del propio Alejandro, pintado por Apeles, el más famoso pintor griego. Aunque el templo de Artemisa no recuperó jamás su pasado esplendor, al menos su antigua fama le valió una pronta reconstrucción.  

4.LA ESTATUA DE ZEUS EN OLIMPIA


ZEUS IMAG.PEQ.
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Nuestro viaje saltará ahora un siglo adelante en el tiempo, pero en compensación no recorreremos apenas distancia; tan sólo unos pocos kilómetros hasta Olimpia, en la Élida, centro religioso de la antigua Grecia donde se rinde culto al principal de entre todos los dioses: Zeus. Aquí, bajo el monte Olimpo (uno de los muchos que hay en Grecia con ese nombre), se celebra cada cuatro años la más famosa de las festividades en honor de Zeus: la Olimpiada.

Estamos en el 450 a. de C., y se está terminado de construir el impresionante templo de Zeus, para el que no se escatiman medios: los mejores escultores de Grecia trabajan en él. Los dos frontones representan los preparativos de la competición atlética de Pelópe y Enomao para obtener la mano de Hipodamia, y la lucha entre lapitas y centauros en la boda de Piritoo. Estos frontones, junto con las metopas, serán considerados no sólo el más importante conjunto escultórico del estilo severo, sino las más notables series escultóricas del arte clásico griego junto con el Partenón.
Su autor, de quien no se sabrá el nombre, será conocido como el Maestro de Olimpia.

Pero nos queda por ver lo mejor del templo: la estatua de Zeus. Para realizarla se ha llamado nada menos que al más famoso de entre todos los escultores de la antigua Grecia: Fidias. Su estilo, por su plasticismo, por su equilibrio en la elección de temas, en la composición y en la gradación de los efectos del claroscuro, por su representación esencial, sin ser detallada del cuerpo humano, por su majestuosa y noble serenidad, y por su armonía de formas, consigue ser la encarnación de los ideales del arte griego.

ZEUS GRANDE

Fidias pone manos a la obra representando al dios sentado sobre un trono. La inmensa estatua no puede ser más llamativa a la vista: Fidias emplea la técnica crisoelefantina, consistente en cincelar sobre marfil y añadir por encima oro, representando la carne y las vestiduras del personaje. Y además de todo esto, el trono está adornado por diversas pinturas. Fidias empleará más de un año en llevar a cabo la estatua, lo cual nos da idea de su gran tamaño y de su detalle y calidad.
A diferencia de las dos maravillas anteriores, esta va a perdurar durante bastante tiempo: unos mil años, hasta que los terremotos que se producirán en el siglo VI d. de C. destruyan el templo en su mayor parte. 

5. EL MAUSOLEO DE HALICARNASO

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Volvemos a saltar un siglo hacia delante en el tiempo, y llegamos al año 352 a. de C. Las maravillas del mundo, que ya sumaban cuatro, vuelven a ser sólo tres, puesto que Eróstrato acaba de consumar su infame obra destruyendo el templo de Artemisa, hace apenas cuatro años. Pero el relevo va a llegar enseguida: una nueva maravilla será construída, dándose tales coincidencias entre ambas, que parece obra de una magia bienhechora decidida a compensar la pérdida.
MAUSOLEO IMAG PEQ
Estamos en Halicarnaso, en la Caria, un estado del Asia Menor. Se trata de una ciudad importante; incluso cuenta con una fábrica de esos extraños discos de metal inventados por Creso que hacen las veces de moneda.
La ciudad luce esplendorosa: Mausolo ha conseguido llevarla a su cenit. Pero ahora la ciudad está de luto, pues Mausolo acaba de fallecer. ¿Qué tumba, que sepulcro será suficiente para un rey así? Su viuda Artemisa toma la decisión de no reparar en gastos; y de pronto, es como si toda la ciudad supiera que nunca más volvería a vivir una época tan magnífica como la de Mausolo, disponiéndose a demostrar su reconocimiento haciéndole la sepultura más especial de la historia, tanto, que dará nombre a los "mausoleos" que se construirán en el futuro.
Ya están en marcha las obras: los arquitectos Sátiros y Piteos construyen un podio rectangular; sobre él, se levanta una columnata de orden jónico; sobre ésta, una pirámide escalonada. Y en lo más alto, una estatua representando una cuádriga. El conjunto alcanza la vertiginosa altura de 50 metros. Pero eso no es todo; los mejores escultores griegos de la época esculpirán las estatuas y relieves: Briaxis, Timoteo, Leucastes y el famoso Escopas (que nada tiene que ver, salvo el nombre, con el escultor del templo de Artemisa).
MAUSOLEO IMAG GRANDE
Pero esta maravilla, va a ser la menos duradera de todas. Apenas dieciséis años más tarde, en el 334 a. de C., Alejandro Magno destruye la ciudad. Él, que ordenara reconstruir el templo de Artemisa en Efeso, muestra ahora su semblante destructor. Y aunque poco después los reyes egipcios conquistarán la Caria y reconstruirán Halicarnaso, ciudad que permanecerá hasta nuestros días (hoy llamada Bodrum), del mausoleo sólo nos quedará la leyenda. 

6. EL FARO DE ALEJANDRÍA

Vamos a saltar ahora unos setenta años hacia delante, y a viajar de nuevo a Egipto. Estamos en el año 280 a. de C., y desde que Alejandro liberó a este estado del dominio persa, los lazos entre griegos y egipcios se han estrechado: tanto, que su rey Ptolomeo II, es de origen griego.
Esta fusión de egipcios y griegos tiene especial relevancia en la capital, Alejandría. Fundada por Alejandro Magno en el 332 a. de C., esta próspera ciudad se ha convertido en el más importante foco de la cultura helena.
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FARO PEQ
Pero esta vez la maravilla no va a ser un templo, ni ninguna otra clase de edificio, sino una torre. Para guiar a los numerosos barcos que acuden constantemente a Alejandría, el rey ha decidido construir una torre que identifique el lugar de la ciudad desde muy lejos. Para ello han escogido la pequeña isla de Faros, frente al puerto.
El arquitecto Sostrato de Cnido dirige las obras, que conforme avanzan, adquieren un aspecto más impresionante. Cuando se finaliza, la torre mide más de 120 metros. En su cima está equipada con espejos metálicos para señalar su posición reflejando la luz del sol; y por las noches, a falta de luz, se enciende una hoguera.
FARO GRANDE
Esta maravilla va a durar bastante: unos mil seiscientos años, hasta que en el siglo XIV los terremotos la derriben. De nuevo, como el Mausoleo, el nombre de esta maravilla - que en realidad es "la Torre de Faros"- designará a todas las construcciones posteriores realizadas con el fin de mostrar el camino a los barcos.  

7. EL COLOSO DE RODAS

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Sin viajar apenas en el tiempo (apenas unos tres años hacia delante, hasta el 277 a. de C.) vamos a presenciar la construcción de la última de las maravillas. Para ello abandonaremos el Asia Menor y nos internaremos en el mar Egeo. Allí, apenas a 18 kilómetros de la costa, encontraremos la más importante de las islas Espóradas: Rodas. Es importante porque su ciudad, del mismo nombre, es la capital del Dodecaneso, archipiélago compuesto por una veintena de islas. La situación geográfica de Rodas es privilegiada para comerciar con Grecia, el Asia Menor e incluso Egipto, y gracias a eso se ha convertido en el centro comercial más importante del Mediterráneo Oriental.
COLOSO PEQ
Por ello no es extraño que alguna potencia de la época ambicione apoderarse de Rodas e intente tomarla, como Macedonia. Su rey, Demetrio I Poliarcetes, es conocido por su experiencia en el arte militar, sobre todo en los asedios, tanto, que en futuro los militares se referirán a la técnica de asediar fortalezas como "Poliarcética". Demetrio ataca pues, Rodas. Sin embargo, la ciudad resiste los embates de este temible guerrero, quien finalmente se retira.
Para celebrar este triunfo, la ciudad decide elevar un monumento memorable a Helios, dios del sol, en el puerto. Dirige las obras Cares de Lindos, discípulo de Lisipo. La estatua va creciendo, primero el armazón de hierro y sobre él las placas de bronce. Finalmente, cuando la estatua se termina mide nada menos que 32 metros de altura. Su fama atraerá a viajeros de todo el mundo antiguo para verlo.
COLOSO GRANDE
Con el Coloso, llegaron a ser cinco las maravillas del mundo que se alzaban sobre la faz de la tierra, número que no fué superado sino que fué decreciendo. Cincuenta y seis años después de su construcción, en el 223 a. de C., un terremoto derribó al Coloso. Los habitantes de Rodas, siguiendo el consejo de un oráculo, decidieron dejar yacer sus restos donde cayeron. Y así fué, durante cerca de novecientos años, hasta que en el 654 d. de C. los musulmanes se apoderaron del bronce como botín en una incursión.
La leyenda del Coloso tendió, cómo no, a agrandar sus proporciones. Durante el renacimiento el Coloso fué "descubierto" por los humanistas, al igual que el resto del arte griego, y su magnificencia fué remarcada haciéndose circular que su tamaño era tal que los barcos pasaban entre sus piernas. Pero el Coloso no necesita de mitificación: habrá de pasar la friolera de dos mil años hasta que el hombre realice otra estatua colosal que la supere, lo cual lo dice todo.

Epílogo
Han pasado más de dos milenios. Todas las maravillas que quedaban en pie fueron cayendo, víctimas principalmente de los terremotos.
Todas excepto una, curiosamente la más antigua: las pirámides de Gizeh.
Ellas, las únicas que han sido capaces de vencer al tiempo, nos recuerdan cuánta grandeza hay en los rese humanos; somos capaces de crear maravillas cuando dejamos de lado nuestras disputas y coordinamos nuestras energías. 



APRENDAMOS A COMUNICARNOS

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Al despertar, después de comprobar que el sueño no se había cumplido, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.
–¡Qué desgracia mi Señor! Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad. Exclamó el sabio. –¡Qué insolencia! ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! Gritó el Sultán enfurecido y a continuación llamó a la guardia y ordenó que le dieran cien latigazos al sabio.
Más tarde ordenó que llamaran a otro sabio y le contó lo que había soñado.
Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: –¡Oh, gran Señor! Una gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos tus parientes. Se iluminó el semblante del Sultán y con una gran sonrisa, ordenó que le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
–¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer sabio. No entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
–Amigo mío, todo depende de la forma en que transmitimos las cosas.
Uno de los grandes problemas de la humanidad es que no sabemos comunicarnos. De la comunicación depende muchas veces, si disfrutamos la vida o caemos en desgracia, incluso la paz o la guerra, dependen de la habilidad en la comunicación.
Ante cualquier situación la verdad debe anteponerse a otras opciones.
Dios mismo nos dice que, la verdad nos hará libres. Pero la verdad debe expresarse de una manera sabia y apropiada.
La comunicación puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la entregamos será aceptada con agrado.
«Que tus palabras sean más valiosas que el silencio que rompen»
 Fuente: www.reflexionesparaelalma.net